Lo primero que tuvimos que hacer es preparar la botella. Para ello, con unos punzones hicimos agujeros en el tapón, para que luego pueda salir el excedente de agua. Luego cortamos la botella para poder echar la tierra y plantar la cabeza de ajo. El mismo culo de la botella nos sirve de soporte y de vaso para regar.
Pasamos un rato divertidísimo al aire libre, a la vez que aprendíamos cosas muy interesantes sobre la reproducción de las plantas.
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